Estamos llegando a unos extremos en la realidad de nuestra forma de vida, que muchos empezamos a sospechar que detrás de todo lo que hacemos y todo lo que nos llega, pasa a través de unos filtros que hace, que nuestras acciones, no encuentren su recíproco y en consecuencia, hace, que el enriquecimiento espiritual que debería haber no llegue a ser del todo alcanzado. Es como si hubiera unas fuerzas que no nos deja salir de la matriz para no poder disfrutar de esa otra realidad, relacionada con el compartir, pues sólo a través del compartir se experimenta una sensación especial o espiritual -si me permiten la expresión-, una sensación de crecimiento interior tal, como nunca antes se había experimentado.
Esto no es que lo diga yo, es que los Maestros ya lo decían. La agonía y el sufrimiento que siente el ser humano a hecho invocar la presencia de los Maestros sobre la Tierra. Todo responde a un orden. Nada es al azar.
No es la primera vez que hablo de Devas, Ángeles o incluso, entidades, Seres que moran en el interior de soles y planetas.Hulupa D´hära I. Andark el insaciable conquistador de la Luz, (pag. 12) Entidades que realizan su función desde una dimensión que no podemos percibir, pero que, de vez en cuando, en su evolución conjunta a la humana, hacen acto de asomo, como en el caso de la foto del sol del observatorio SOHO, donde el 4 se septiembre del 2013, se pudo observar uno de estos Seres de tan alta graduación.
Pero lo que más preocupa de la situación es la dificultad de salir de la matriz. No es por falta de pruebas, no es porque no se haya hecho por mejorar las condiciones humanas, no es porque no se haya informado correctamente. Lo que nos impide salir de la matrix es, como dice el gran Avatar Maitreya; por la falta de Amor en nuestras vidas.
Pero esta falta de amor, hace que la matrix se aferre más a su versión, haciéndonos creer una realidad que no es la verdadera, porque no interesa que haya un justo compartir.
Pero olvidamos, que nosotros: la humanidad, sin la ayuda de nuestros Hermanos Mayores, estamos perdidos en un mundo donde las fuerzas de la materialidad hace lo imposible para que la realidad no salga a la luz. Pues ellos, los Maestros saben como alentar a la humanidad, sabiendo reconocer ese amor interior que nos impulsa a seguir, que nos conecta a la otra realidad que no nos dejan ver.
Maitreya afirma que todos los problemas del mundo se reducen a un solo problema: La falta de amor en nuestras vidas.
Y esa falta de amor, comprensión, entendimiento, cordialidad, complicidad, fraternidad; es lo primero que deberíamos cambiar en nuestras vidas, si es que queremos comenzar a cambiar la realidad en la que vivimos.
Maitreya no ha venido sólo a este mundo. Trae vida y esa vida; viene en abundancia. En consecuencia, vivimos en un mundo de abundancia.
Pero sin amor, la justicia y el compartir tan necesarios en nuestras vidas, no se manifiestan en la medida necesaria. Para que haya un justo compartir, tiene que partir de uno mismo. No esperemos que otros hagan el trabajo sucio mientras nos quedamos observando como un científico lo haría en su laboratorio. No. Nos equivocamos una y otra vez. El amor incluye, suma y crece. En cambio, el odio, divide, constriñe al ser que lo practica y a la larga destruye.